Hay personas que rinden más de madrugada y son quienes llegan primero a la oficina. Otras, por su parte, son noctámbulas y suelen quedarse luego de finalizado el horario reglamentario, porque es el momento en el que son más productivos”, comenta Noel González, jefe de candidato & pass de Adecco Colombia.
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Lo cierto es que el cuerpo humano experimenta cambios físicos y mentales las 24 horas del día. Estos son llamados ritmos circadianos y varían según la edad. Desde la medicina estas variaciones tienen explicaciones y van asociadas al sueño y otros factores.
Para Ricardo Gil, médico internista y miembro de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI), en un horario de trabajo debería “tenerse en cuenta la edad, el tipo de actividad a realizar e incluso la predisposición a enfermedades desde el punto de vista de la herencia familiar”.
Asimismo, tener presentes “los picos de acción de varias hormonas fabricadas por el organismo, como la melatonina, que se secreta más en las horas de la noche y el cortisol, que tiene picos de secreción entre 5:00 a 8:00 a.m. y 4:00 a 7:00 p.m.”.
Todo esto afecta al cuerpo y cambia con el paso de los años, por ende, el rendimiento de las personas en el trabajo puede variar.
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Horarios a la carta
Según un informe de Jess Shatkin, psiquiatra en el Centro de Estudios Infantiles del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, los adolescentes y adultos jóvenes liberan melatonina alrededor de las 10:00 p.m. Por eso sienten el deseo de dormirse más tarde y despertar más tarde. A ellos se les recomienda que comiencen sus actividades entre las 9:00 y 10:00 a.m.
En cambio, “adultos de más de 40 años, más que del horario de inicio de actividades, se beneficiarían de jornadas de no más de 25 horas semanales de trabajo”, comenta Ricardo Gil.
Por su parte, Noel González asevera que existen estudios que afirman que mientras más horas tenga una jornada laboral, menos productivas suelen ser las personas. Además, plantea una posibilidad: “Una estrategia como el horario flexible, que no significa que las personas puedan llegar o retirarse en el momento que lo deseen, permitiría que en una jornada de ocho horas el madrugador pueda llegar a las 6:00 a.m. y retirarse a las 3:00 p.m.; y el noctámbulo llegar a la 12 m. y retirarse a las 9:00 p.m.”.
En conclusión, para que estas técnicas funcionen “y podamos ofrecer el horario que mejor se adapte a nuestros trabajadores, la clave es siempre tener las reglas claras y las expectativas de desempeño diario de cada uno, bien definidas” puntualiza González.
Casos en el mundo
“Existen experiencias positivas en adolescentes en bachillerato en Estados Unidos y en trabajadores mayores de 40 años en Europa cuando se modifican los horarios de ingreso a estudiar y en la intensidad horaria laboral semanal: hay mejoría del rendimiento académico, en pruebas de desempeño cognitivo, en la concentración, en la productividad y en el estado anímico” comenta Ricardo Gil, médico internista.
Contexto
La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo en Colombia es de ocho horas diarias y de 48 a la semana.
Pablo Alejandro Alzate
contenido@elempleo.com
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