Ana Milena Bermúdez lleva más de 10 años trabajando en una compañía de distribución de productos agrícolas. Todo los días al ingresar a su oficina observa enfrente de su escritorio un cuadro enmarcado con un escrito en letras rojas titulado misión. ?La empresa puso el cuadro allí hace un par de años. Ahora no es más que un adorno, es tan bonito que dice mentiras? afirma.
Al igual que Ana son muchas las personas que llevan laborando varios años ignorando la misión de la empresa. Hoy en día, las compañías han venido tomando conciencia de la importancia del conocimiento y difusión de la misión, ya que encuentran en ella el punto de partida en los proceso de planeación estratégica.
El triunfo de las organizaciones con ideas, valores y misiones claramente definidas a largo plazo han sido el ejemplo a seguir por el mundo empresarial. Hoy son modelos en orientación estratégica, evaluaciones y toma de decisiones.
?Cuando una empresa tiene claramente definida su misión sabe como trabaja su institución, su método y la forma de llegar a sus objetivos, además para que hace lo que hace y la justificación social de su existencia, es decir, basa su operación en la identidad institucional para así distinguirse de otras empresas?. Afirma Salomón Vázquez, Gerente de Alfa & Omega.
Todos los miembro de la compañía deben saber la misión y así conocer el rumbo a seguir. Los líderes de las organizaciones son los encargados de difundir el mensaje y hacerle ver al empleado la importancia de su trabajo para el logro de los objetivos. ?Si la misión no está clara en la cabeza de la gente, la empresa se convierte en un barco sin timón?. Asegura Liliana Botero, Asistente de Recursos Humanos de Nestle de Colombia.
¿Para qué sirve la misión?
La misión es el instrumento que marca el norte de la empresa. Se puede modificar pero sólo cuando se transforma la naturaleza del negocio. Por ejemplo, si una empresa encargada de producir pantalones cambia el campo de acción y empieza a sacar textiles al mercado, por lógica su misión, es decir el propósito esencial, cambia. No obstante pueden seguir constantes algunos valores de la cultura empresarial.
En el momento de crear la misión es necesario tener en cuenta los valores que verdaderamente le dan significado al trabajo y la razón de ser de la empresa. ?La misión debe ser auténtica, realista y estar acorde con los objetivos? afirma María Clara Calderón, Jefe del Departamento de Recursos Humanos de Alkosto.
Las empresas ahora enfrentan el reto de desarrollar estrategias y destrezas que enfocadas en la misión obtengan éxito en tiempos de bonanzas y dificultades.
Redacción El empleo.com
Comentarios